3. Un restaurante fracasa por no saber diferenciarse de su competencia
¿Si sales a la calle, cuántos negocios de comidas ves a tu alrededor? ¿Y si sumas la competencia que ahora genera las empresas de delivery como Glovo, Justeat o Deliveroo? ¿Con cuántos otros restaurantes estás compitiendo?
No hay duda.. ¡son muchísimos!
Entiendo perfectamente el estrés que esto genera y la frustración que se siente día a día.
Tenemos que pensar en estrategias que marquen la diferencia y nos distingan de nuestra competencia, de esta forma el cliente nos recordará y nos recomendará como la mejor atención que obtuvo en vuestro negocio.
4. Un restaurante fracasa por no saber cómo vender a un cliente
¡Qué difícil te resulta atraer clientes cada día a tu negocio!
Pero una vez que consigues que entren debes conseguir optimizar al máximo la rentabilidad que cada uno de ellos dejará en tu restaurante.
Si somos conscientes que la buena atención al cliente brilla por su ausencia en la mayoría de restaurantes, también lo somos de que muchos camareros solo entregan las cartas a tus clientes y luego se retiran de la mesa sin mediar palabra alguna. Cuando vuelven toman nota y se van.
¿Crees que podrías aumentar la venta de tu negocio con esta forma de atención al cliente? No.
5. Un restaurante fracasa por NO saber cómo dirigirlo al éxito financiero
Un restaurante es un negocio muy sacrificado en el que intervienen departamentos como compras, proveedores, recursos humanos, formación, administración, contabilidad, finanzas, marketing, cocina, sala, etc.
Casi sin excepción los restaurantes más exitosos que veo hoy en día, son los que ponen tanta atención en la calidad de su trato al cliente como de estar al tanto de la situación financiera de su negocio.
El conocimiento de saber cómo hacer presupuestos, cómo fijar los precios del menú control de costos en un restauranto cómo analizar una cuenta de explotación, por citar algunos ejemplos, son de vital importancia para no fracasar.
Bajo mi punto de vista es lanzarse al vacío sin paracaídas abrir un restaurante sin conocimientos previos de gestión de restaurantes.
No me puedo ni imaginar lo que es embarcarse en una empresa, gastando ahorros, pidiendo préstamos, contratando personal, alquilando un local, haciendo compras millonarias e ilusionando a muchas personas, no sabiendo ni por dónde empezar a gestionar el negocio.